"Soy un gran pecador, confiando en la misericordia y en la paciencia de Dios. En el sufrimiento, acepto".
Con estas sencillas palabras, a la vez repletas de un significado tan inmenso, aceptaba el Papa Francisco ser el representante de Cristo en la Tierra al frente de la Iglesia. En este tiempo de Pascua, debemos dar gracias a Dios por darnos ejemplos tan cercanos, para entender el mensaje de Jesús, como cuando les dice a los maestros de la ley y a los fariseos que pretenden juzgar a la mujer adúltera, que quien esté libre de pecado que tire la primera piedra, no solo no cayendo en su trampa, si no que dándoles a la vez una lección magistral sobre el ser pecador y sin condenar a la mujer adúltera, pidiéndola que no peque más.
El más importante de los Mandamientos es el Amor y seguramente el Perdón sea la máxima expresión del Amor. Que Dios, con el apoyo de nuestra madre María Auxiliadora, nos dé fuerzas para llevar el Perdón como bandera, en este mundo invadido frecuentemente de intereses, odios y egoísmo, para que algún día reine la Paz en nuestro mundo.
Con estas sencillas palabras, a la vez repletas de un significado tan inmenso, aceptaba el Papa Francisco ser el representante de Cristo en la Tierra al frente de la Iglesia. En este tiempo de Pascua, debemos dar gracias a Dios por darnos ejemplos tan cercanos, para entender el mensaje de Jesús, como cuando les dice a los maestros de la ley y a los fariseos que pretenden juzgar a la mujer adúltera, que quien esté libre de pecado que tire la primera piedra, no solo no cayendo en su trampa, si no que dándoles a la vez una lección magistral sobre el ser pecador y sin condenar a la mujer adúltera, pidiéndola que no peque más.
El más importante de los Mandamientos es el Amor y seguramente el Perdón sea la máxima expresión del Amor. Que Dios, con el apoyo de nuestra madre María Auxiliadora, nos dé fuerzas para llevar el Perdón como bandera, en este mundo invadido frecuentemente de intereses, odios y egoísmo, para que algún día reine la Paz en nuestro mundo.