El sábado 28 empezamos el curso como es debido con una rica convivencia para conocernos más a fondo y por supuesto… ¡pasarlo genial! Comenzamos con la primera reunión con los grupos formativos seguido de un partido entre el equipo formado por A1- J1 contra el de A2-J2.
Más tarde continuamos con la preparación de nuestra gran apuesta de este año ¡¡el musical!! Como no podía ser de otra manera, lo primero que hicimos fue poner a prueba vuestras habilidades para el “artisteo” con una pasada de casting en el que pudisteis demostrar lo bien que se os da bailar, cantar, dibujar, actuar y ¿musiquear?... Sin duda todos lo hicisteis genial, aunque solo recibisteis por respuesta el clásico “ya te llamaremos”. El próximo sábado sabremos cuál será el papel de cada uno en el musical.
Después de compartir la cena bendiciéndola con el trap de la bendición (completamente made in Savio) quemamos las calorías en una divertida velada en la que pudimos cantar, bailar e incluso desfilar en una pasarela de moda.
Como en cualquier convivencia que se precie, dormimos (o lo intentamos) en nuestro querido suelo del CJ y por la mañana nos levantamos con el olor del chocolate con churros que teníamos para desayunar (la fama de Saviordos hay que ganársela). Tras unos partidos de vóley-basket-fútbol un tanto extraños nos dispusimos con un juego a preparar la eucaristía de la que más adelante participamos todos juntos.
Más tarde continuamos con la preparación de nuestra gran apuesta de este año ¡¡el musical!! Como no podía ser de otra manera, lo primero que hicimos fue poner a prueba vuestras habilidades para el “artisteo” con una pasada de casting en el que pudisteis demostrar lo bien que se os da bailar, cantar, dibujar, actuar y ¿musiquear?... Sin duda todos lo hicisteis genial, aunque solo recibisteis por respuesta el clásico “ya te llamaremos”. El próximo sábado sabremos cuál será el papel de cada uno en el musical.
Después de compartir la cena bendiciéndola con el trap de la bendición (completamente made in Savio) quemamos las calorías en una divertida velada en la que pudimos cantar, bailar e incluso desfilar en una pasarela de moda.
Como en cualquier convivencia que se precie, dormimos (o lo intentamos) en nuestro querido suelo del CJ y por la mañana nos levantamos con el olor del chocolate con churros que teníamos para desayunar (la fama de Saviordos hay que ganársela). Tras unos partidos de vóley-basket-fútbol un tanto extraños nos dispusimos con un juego a preparar la eucaristía de la que más adelante participamos todos juntos.